sábado, 26 de agosto de 2017

Seguimos recuperando viejos trabajos. 

Éste es de octubre de 2004 (nada menos).


Tenue

Te rompiste, sutil, como un sueño
en la mañana de octubre.
Silbaba el viento entre mis restos,
pedazos de pedazos con tu imagen

multiplicada por mil en el espejo.
Yo no era nadie, y tú, inmenso,
me acunabas en tu sombra y en tu aliento.
Me temblabas con tu voz en el oído.
Frases de ninguna parte,
letras desde ningún sitio.
Cubierta de sombra andaba errante,

agitaba mi condena en los pasillos.
Yo, sólo un nombre, un suspiro
que se escapa de unos labios entreabiertos,
poco más que un lamento, que un gemido.

31 octubre de 2004.